Emergencia, en camino al mundo humano

Rafael llego tan pronto como pudo hasta la puerta al mundo humano, confiando en ser seguido por quienes estaban tambien pendientes de esto, sabia que era una situacion dificil e incluso estaba casi a punto de irse si nadie llegaba pronto. Esperaria por quienes le fuesen a acompañar tan solo un par de minutos, la tension aumentaba a cada segundo y no era de extrañarse, la presencia de antes dejaba a la expectativa muchas cosas. Tenia que darse prisa, y ya estaba ahi, justo frente a la entrada, solo a minutos de partir con o sin autorizacion.

Pocos minutos habían pasado desde que Kiricco y Rafael se empezaron a mover, sin dar atencion a lo que pensara la Reina de la Sociedad de Almas, se dirigieron hacia el Senkaimon, para moverse al mundo humano.

Parados se encontraban allí, por entrar a la puerta para Shinigamis, las presencias poderosas se encontraban en el mundo Humano, grandes peleas esperaban, y ahora, esos dos Capitanes mas que experimentados estaban solos.

- Jaja quizá no tengamos Tenientes, pero los dos hacemos un buen equipo jajaja-

Tal parecía que la voz de Kiricco no cambiaba a pesar de todo lo que podía suceder, tan apacible como siempre se dirigió a Rafael mientras entraba al Senkaimon, solo esperaba una respuesta, de su viejo amigo.

La entrada se dio pronto, junto a ellos poco mas que el viento que empujaban en su rapido avance, quiza algo mas. Listos para atender el llamado, la emergencia que se habia producido no era algo que iban a ignorar, y aunque seguramente alguien podria llegar a molestarse despues con ellos por no haber hecho la correcta solicitud para salir del sitio, en especial a dos hombres de ese nivel, cosa que no era cualquier cosa de la que hablaban.

-je, quiza sea mejor asi- Hizo una pequeña pausa el capitan. -Esto podria ser peligroso para algunos- Dijo con una sonrisa, aunque fingida en parte, ya que la idea de que su teniente estuviera hospitalizado no era de su agrado realmente. Pero como dijo, quiza era lo mejor, no hubiera deseado ponerla en la situacion a la que estaban a punto de verse inmersos.

Corriendo y algo Extenuado llego aquel joven de pelos naranjas gritando - Espera...Espera...- mientras tomaba aliento en algunas de las pausas, su modo bankai ya no estaba siendo usado y su arma estaba guardada tras de el como era característico. Luego de aquellas pausas comenzó a hablar de nuevo - ¿Que es lo que pasa? - infiriendo que algo pasaba a su mundo, agrego sin dejar tiempo a las pausas - Mi trabajo es proteger la ciudad y a mis amigos, debo ir - dando inmediatamente este argumento por si alguno de los dos se negaban.