Arena y mas Arena

El vizard estaba aputno de irse pero alguien aparesio y un cero le fue lanzado, rapidamente solo libero su shikai y evadio el sero usando Shunpo, aparesiendo alado de cero fuera de su rango de daño.

Si te vaz a aprovechar de alguien con su arma katana envainada te recomiendo usar primero Bala y despues Cero, o algo asi.

Dijo mientras se sacudia del polvo que el Cero disparado habia provocado.

¿Quien eres tu?

Le pregunto mientras desenvainava su zanpakutou puesto que por el ataque sin sentido que hizo era proable que le volviera a atacar.

Ulquiorra se quedo inmovil en el suelo, arrodillada ante la chica de cabello verde hasta escuchar sus palabras, parecia sorprendida de que su espada le hubiera seguido los pasos pero ese era su deber, protegerla en toda medida al escuchar sus palabras simplemente se levanto y sacudio aquellas impecables ropas blancas
Señorita Nelliel me debe una explicacion de por que esta aqui...
Se arreglo el cabello antes de escuchar las palabras del chico al que le habia lanzado aquel simple cero... sus manos se posaron dentro de sus prendas y aquella melancolica mirada se poso en el
No era un ataque.... no creo que deba importarle que hago o que no hago
A su parecer un chico interesante pero un chico que se quejaba demasiado... se quedo delante de Nelliel observandolo mientras se arreglaba el cabello una vez mas retirandolo de su rostro
Ulquiorra Shiffer.... juzgandote... debes ser un Vizard.... que fastidio tenerlos en las noches.... y me intigra la forma en la que entraste aqui... me asegurare que no lo repitas
La chica no tenia ni la mas minima intencion de ponerse a pelear con el ni siquiera al ver que sacaba sus armas, sus manos siguieron en sus prendas y su mirada a Nelliel
Señorita Nelliel... volvamos....

El vizard escucho aquello que dijeron las arrancars, al pareser se habia agarrado una mala fama otra vez, no era nada nuevo y no se preocupo, al ver que todo terminaba desiso els hikai y envaino su espada, puso als manos en sus bolcillos, dio media vuelat y una garganta se abrio ante el.

Adios arrancar melancolico y Ama del hm

Se escucharon aquellas palabras justo antes de entrar a la garganta pero estando dentro dio la media vuelta.

porcierto, esto es el desierto no las Noches, cuando ya este dentro de las Noches atacame incluso con un Gran Rey Cero.

Dijo el Vizard dentro de la garganta, esta se cerro y el desaparecio.

Ulquiorra se mantuvo estática por lo que había pasado escuchando la excusa que Nelliel le daba para estar agüera a tales horas, la chica no era nadie para reprimirla aunque aveces lo hacia por alguna extraña razón... Su ama había vuelto a poseer aquel angelical cuerpo de niña despidiendose tan cordialmente de quien había ivadido en sus tierras, cerro sus ojos tranquilamente y al volverlos a abrir no hizo mas que agacharse, sacudir y acomodar las ropas de aquella niña a sus pies y tomarla suavemente entre sus brazos colocandola en una posición cómoda para que estuviera a gusto
Vamonos...
Su mirada volvió a el chico Vizard que parecía abandonar el lugar como lo había visto en un principio quejandose o diciendo algo que no le gustaba... Ante sus palabras la chica simplemente suspiro suavemente sin dejar de observarle, le había dicho melancólica y no le importaba, ese era su aspecto y no tenía palabra alguna por ello... Al verlo desaparecer la chica tono camino hacia el castillo con Nelliel en sus brazos
Valla hombre......... Señorita Nelliel......... Hoy no habrá postre....
Dijo sin cambio alguno en su tono de voz mientras cerraba su mirada una vez mas y seguía caminando de la misma forma al lugar deseado sosteniendo a la niña firmemente en sus brazos

Ulquiorra siguio caminando hasta que aquellos ojos verde esmeralda volvieron a mostrarse mirando a la chica peliverde... escucho aquellos como pucheros que le hacia con respecto al postre y observo aquellos grandes ojos que habia hecho al escucharlo, la reaccion cotidiana... Ulquiorra miro enfrente y continuo su camino al Castillo Imperial
Esta segura que ha sido una buena niña Nelliel-sama?
Dijo tranquilamente dandole la contraria a sus palabras